Basura Espacial seguirá en aumento |
En la VII Conferencia Europea sobre Desechos Espaciales, llevada a cabo
el martes 18 y 19 de abril, la Agencia Espacial Europea (ESA, siglas en inglés)
alertó que la basura espacial acumulada en
el espacio está dificultando y dañando los satélites lanzados.
Una de esas situaciones se aseveran con la experiencia obtenida por la
ESA, al observar en el 2016 que su satélite llamado Sentinel 1A, lanzado en el
2014, producía cada vez menos energía, siendo uno de sus paneles solares dañado
por el impacto de una diminuta partícula de basura espacial, es decir, los
restos de satélites y cohetes que orbitan nuestro planeta.
De acuerdo con los especialistas participantes, en menos de un cuarto de
siglo el número de desechos suficientemente grandes como para destruir una nave
espacial se ha duplicado. Para darse una idea de la magnitud de la amenaza, una
partícula de un centímetro que viaja a 40.000 km/h en el espacio tiene el
potencial destructivo de una granada de mano. “Las consecuencias para nuestros
satélites operativos podrían ser graves”, indica la ESA en
comunicado oficial.
ÚLTIMOS REGISTROS
Mediante sus últimos registros de
la ESA se da a conocer que actualmente hay en el espacio 5.000
restos de más de 1 metro, 25.000 de 10 cm y 750.000 de 1 cm, mientras que los
más pequeños no pueden ser observables. Actualmente, la agencia europea
monitorea constantemente 18.000 piezas de escombros, que en su mayoría
provienen de más de 250 explosiones de dispositivos espaciales.
BASURA ESPACIAL SEGUIRÁ AUMENTANDO
En casi 60 años de actividades en el espacio, más de 5.250 lanzamientos
han puesto en órbita alrededor de 42.000 objetos, de los cuales 23.000
permanecen en el espacio y son rastreados por la Red de Vigilancia Espacial de
EE.UU. El resto se ha convertido en basura espacial. Pero a pesar
de que se trata de una tendencia en aumento, los proyectos para disminuir la
cantidad de residuos siguen en desarrollo.
Uno de ellos es el Kounotori Integrated Tether Experiment (KITE), de la
Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA). Este sistema consiste en
una especie de cable electrodinámico de 700 metros capaz de ralentizar la basura
espacial con el fin de que esta baje y acabe entrando a la atmósfera
de la Tierra, para desintegrarse.
Lamentablemente, en febrero de este año se realizó la primera prueba en
órbita de esta tecnología sin éxito alguno. Esta misión debía ser una prueba
para construir luego una soga mucho más larga (de entre 5.000 y 10.000 metros)
para limpiar con mayor amplitud el espacio cercano.
Fuente:El Comercio.
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